viernes, 5 de diciembre de 2014

ENSAYO SOBRE CANCIÓN DE ROLDÁN



Lo maravilloso en El Cantar de Roldán y en El Cantar de los Nibelungos
(2001)
Lo maravilloso en el Cantar de Roldán se refleja en tres áreas. En primer lugar, en la descripción de los personajes. En segundo lugar, en la descripción de los eventos, específicamente en las batallas y, por último, en la constante alusión a Dios y a los ángeles que intervienen de manera importante en el transcurso de los eventos. Revisaremos cada una de éstas áreas para analizar de qué manera lo maravilloso está determinado por la época.
Carlos es visto como una figura casi mítica, a la cual se le otorgan características maravillosas y fuera de lo común. Por ejemplo, se dice que vivió más de doscientos años y se destacan sus cualidades de guerrero: “¡Cuánta tierra tomó en su larga vida!/ ¡Qué de golpes sufrió de agudas lanzas!/ ¡A cuánto rey dio muerte en cruda liza!/ ¿Cuándo de guerrear se habrá cansado?”. Es preciso recordar que en la Edad Media el rey es visto como el depositario del poder de Dios, por lo tanto es una figura admirada y respetada por todos. La barba florida que posee Carlos, también lo distingue y es símbolo de sabiduría. En cuanto a Roldán, éste también es una figura mítica, un guerrero excepcional: “... mi cuerno pidió jamás socorro contra el pagano./ Libre yo a los míos de afrenta/ En el combate sanguinoso daré mil setecientos rudos golpes:/ con la sangre veréis mi acero rojo”. La superioridad y valentía de Roldán son evidentes. Además, Roldán encarna el ideal del buen vasallo, aquel que le es fiel a su señor del cielo y a su señor de la tierra, el rey. Esto es propio de la época.
En relación a la descripción de las batallas, vemos como en la obra todos los eventos y hazañas de los héroes se engrandecen: “Las huestes son inmensas, son osadas/ las columnas, combátense ya todas./ ¡A maravilla hieren los paganos!/ ¡Dios, qué de lanzas en dos trozos rotas!/ ¡Cuánto escudo y loriga piezas hechos!/ De muertos erizada vese toda/ la tierra, está la hierba de los campos/ suave y verde por la sangre roja”. La muerte de Roldán también es un buen ejemplo de exageración de lo maravilloso. Roldán está agónico y sin embargo, aún lucha para recobrar su espada: “Le asesta un golpe, que el acero hiende/ y la cabeza y los huesos del pagano/ le salta los dos ojos y potente/ a sus plantas sin vida lo derroca.” Antes de morir, Roldán decide acostarse en la hierba mirando hacia España para que cuando Carlos lo encuentre vea que murió enfrentando al enemigo. De esta forma, se agrandan los hechos y por consiguiente, se exaltan las características de los personajes.
Por último, la aparición de ángeles nos revela una cosmovisión muy arraigada en el Cristianismo. Constantemente se hace alusión a la ayuda que prestan los ángeles y a Dios: ”Dios manda a San Gabriel, con el encargo de que sirva de guarda al gran monarca./ Pasó toda la noche el ángel santo junto al rey/ y le predice una gran lid que librarán los francos.” Aquí se introduce también la idea de presagios a través de sueños. Es bastante cuestionable si los sueños representan un elemento pagano o más bien cristiano. Sólo Dios conoce el destino y sólo él puede revelarlo, como queda demostrado en la cita anterior. Sin embargo, Carlos tiene otros sueños bastante relevantes en los cuales no hay alusión a Dios, como por ejemplo el sueño del oso encadenado. Otro elemento maravilloso se da cuando Roldán recuerda como recibió su espada: “Bien lo recuerdo: Carlomagno estaba/ de Maurienne en los valles, cuando un ángel/ bajó del cielo, a quien su Dios mandara/ a un capitán donarte valeroso/ Fue entonces cuando el noble y gran monarca la ciño a mi costado.” Dios le mandó la espada a Roldán, lo cual es muy simbólico porque la espada representa la voluntad del hombre. De esta forma se entiende que Roldán defiende su espada, su honor, hasta el final. De acuerdo con la visión cristiana, la presencia del demonio también es relevante en cuanto se opone a la salvación de las personas: “Muere Marsilio de dolor. Como se encuentra bajo el peso del pecado/ los vivaces demonios de su alma se apoderan.” En contraposición a la condena eterna del alma, la muerte de Roldán simboliza la salvación: “Muere el conde Roldán, las palmas juntas./ Dios le manda un emisario y a los santos/ Rafael y Gabriel también con ellos/ San Miguel du Péril bajó de lo alto;/ entre todos el alma del buen conde/ al Paraíso llévanla sagrado.” Al finalizar la obra, San Gabriel se le aparece a Carlos y le ordena reunir a sus tropas para ir a luchar contra los paganos, Carlos obedece. Podemos destacar como la voluntad divina se impone sobre la humana y como las constantes apariciones de los ángeles determinan el obrar de los héroes. Es importante recordar la tremenda importancia de los ángeles en esta época pues vienen a llenar el vacío que dejo el politeísmo y a servir de intermediarios entre el hombre y Dios.
En cuanto al Cantar de los Nibelungos se pueden encontrar dos sucesos principalmente maravillosos: la capa mágica de Sigfrido y el sueño de Krimilda que interpretan la cosmovisión de la obra.
En el primer caso, la capa es un elemento mágico que le ayuda al héroe para conseguir un determinado objetivo, el hecho que utilice una treta de esta naturaleza está revelando que el héroe no es tan magnánimo y que no busca amparo de Dios para lograr la empresa que se ha propuesto y se deduce, consecuentemente, que hay una inclinación más pagana que sacra.
Por otra parte, en el caso del sueño de Krimilda se puede ver como se concibe un presagio que posteriormente se hará efectivo, pero lo curiosa resulta la reacción que tiene la muchacha cuando le anuncian su destino: ella se niega a llevar a cabo el presagio, no existe ya la obediencia que existía por el oráculo en el mundo griego, sino que existe una nueva postura humana de autonomía, de ser capaz de decidir su propia vida y asumir las consecuencias en el devenir. Se ve un mundo cíclico, en donde “como pecas, pagas” pues pareciese que pese a que los hombres conocen su destino y por tanto tienen la posibilidad de cambiarlo, sus limitaciones y defectos los llevan a reaccionar de manera que, nuevamente, desencadenan el dolor y terminan sufriendo sus acciones.
La inexistencia de la invocación divina se debe al hecho de que existe todo un mundo en este cantar que está conformándose, que se encuentra en búsqueda de una moral no instaurada. En esta cosmovisión no se vive por llegar al paraíso o a la vida eterna. Los asuntos humanos se arreglan en la tierra y la muerte se soporta, para lograr la venganza.

Estos hechos y acciones de los personajes nos llevan a la conclusión de que lo maravilloso es menos patente en el Cantar de los Nibelungos que en el de Roldán, quizás pensando en que este hombre Nibelungo sufre y no tiene mayores expectativas de superar su vida con la esperanza de una felicidad final y eterna, por ello un recurso maravilloso no es tan significativo en su vida o en su muerte como en el caso del contexto Francés. Si bien es cierto en ambos cantares las descripciones que involucran aspectos maravillosos impactan al lector, es importante resaltar que la visión cristiana de Roldán alude a la gran fuerza del cristianismo y de lo sacro propio de la cultura en la cual se desarrolla, mientras que los Nibelungos lo religioso no es tan importante. Si bien hay ciertas pistas que nos hacen pensar en la similitud de la debilidad de Sigfrido ( el hombro) con el mismo punto en que Cristo cargó su cruz; y estos detalles son seguramente los que han considerado ciertos autores del Cantar de los Nibelungos que tienen una inclinación sacra. Sería llegar a un tema complejo intentar siquiera, encontrar una inclinación de la divinidad, por eso es que podemos indicar que no hay una visión religiosa absolutamente arraigada y fuerte como la que existe en el Cantar de Roldán.

http://carolina-sanmartin.blogspot.mx/2009/08/lo-maravilloso-en-el-cantar-de-roldan-y.html

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